19.6.08

"Bon Nuit... Mon Amour..."


Recuerdo haber abierto los ojos. Mi cara descansaba en su pecho y su mano reposaba suave en mi hombro mientras mi brazo derecho bordeaba sus caderas. La luz que entraba en la habitación era más clara que la de costumbre, levanté la vista sin moverme por temor a despertarle, la luz de la luna llena que pasaba entre las delgadas nubes formaban un efecto de débil arco iris el cual contemplé por largo rato mientras mi mano sigilosa se movía hasta su pecho para acariciarle.

Su dorso desnudo era tan cálido y su piel tan tersa como inmaculada, no quería despertarle, me sentía tan bien estando juntos compartiendo nuestro secreto en el lugar en que tantas veces dimos rienda suelta a nuestros más oscuros y carnales deseos mezclados con el amor que sentíamos mutuamente. Pero ahora la situación era tan apacible, tan lejana de la lujuria, tan llena de paz que solo me dediqué a disfrutar de su compañía, de tenerle junto a mí tan cerca el uno del otro.

Acerqué más mi cuerpo al suyo, como queriendo unirlos por siempre, aunque sabía que eso era imposible, le abracé como nunca antes, ni si quiera en los momento del clímax de nuestros encuentros, besé sublime y apasionadamente su pecho aun con el temor a apartarle de sus sueños ya que tenía la impresión de que estaba placidamente acomodado en los brazos de Morfeo. Cuanta envidia me daba.

Un suspiro salió de mi boca al mismo tiempo que su mano presionaba suavemente mi hombro, levanté la vista y vi su rostro mirándome fijamente, cada vez más cerca hasta el punto en que nuestros labios se encontraron en un silencioso y ansioso beso, para después sin separar nuestros cuerpos seguir soñando el mismo sueño…

9.6.08

Amor e Morte...





No dejaba de mirarle, su rostro blanco, sus largos brazos y sus bien formadas piernas eran un deleite para mi perversa imaginación. ¡Oh Dios, como disfrutaba los momentos en tan bella y maravillosa compañía! – Baila, solo baila. Por favor no dejes de bailar- le dije en un tono de ruego que no pude evitar. Era irresistible su gracia al bailar al compás del violín que tocaba para su deleite. Le amaba, ambos lo sabíamos. Mi gran desgracia era que no sabia lo que sentía por mi, solo lo imaginaba, solo tenía la esperanza de que me amara tanto como yo lo hacía. - ¡No me gusta que me mires con esa cara!, pareces un pervertido- dijo una vez reprochándome.-Por favor, ¿Qué somos si no humanos de carne y hueso? Sentimos y amamos tesoro mío, no puedo evitar hacerlo, despiertas en mí cosas que nadie nunca ha podido despertar- tomé su rostro por las mejillas y le besé tiernamente. – Siento mucho no poder corresponder a tu amor- dijo al tiempo que bajaba su rostro y lo ocultaba de mi vista. – Te dejaré, me iré mañana, no puedo seguir engañándote ni engañándome a mi mismo, pensé que quizá algún día podría corresponderte pero no pude, te quería de la forma en que jamás quise a alguien, pero no de la forma en la que tu me amas, en verdad lo siento.- quedé tan impactado por su revelación que no pude articular palabra, solo retrocedí y caí en el sofá mientras se disponía a salir de la habitación y mañana de mi vida.- No puedes hacerme esto, no por favor, no lo permitiré- dije en un tono casi inaudible, pero logró escucharlo.- no es una decisión que tomes tu, si no que es netamente mía, por favor no insistas más, no hagas esto más difícil.- dijo mientras me daba la espalda. No sabía que hacer, me ahogué en suplicas “Oh Dios si es que de verdad existe saca este pensamiento de mi mente o no me dejes actuar según pienso” Quise quitarle la vida, no se iría de mi lado aunque no lo quisiera. No lo pude evitar, me puse de pie me dirigí hacia el tesoro que poco a poco se alejaba de mis manos dándome la espalda, tomé su garganta y comencé a presionar. – No me dejes por favor, si tratas de hacerlo te obligaré a quedarte.- dije fuera de mi.- Estas enfermo, eres un demente ¿Qué harás si me matas? Todo el mundo lo sabrá que lo hiciste, ¿es eso lo que quieres?... No respondí ni afloje mis manos… No sé si no pudo defenderse o simplemente se entregó a mis caprichos como tantas veces antes… Solo sé que ahora reposa inerte en mi cama mientras me preparo para seguirle….