Se llama Enrique y a veces creo que no es de este mundo. Piensa en muchas cosas a la vez, tanto así que se olvida de lo que hace y se sumerge en sus pensamientos. A veces, cuando le hablan y vuelve a la "realidad", no sabe como articular palabra y se le ve algo confuso. Le cuesta comunicarse con los demás y es muy esquivo cuando de hablar de él mismo se trata, es como siempre estuviese en su propio mundo demasiado privado y muy lejos de aquí. Lo más gracioso es que es muy fácil hacer que su cara se enrojezca y comience a pensar en que hacer para que se le pase la vergüenza.
A mi me gusta observarlo pensar, se ve augusto. Disfruto tratando descifrar que cosas pasan por su cabeza y es que sus pensamientos son algo que quisiera conocer, o por lo menos tener el mas ínfimo atisbo de ellos.
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