Las olas de la playa en invierno mojaban nuestros pies mientras ambos mirábamos la puesta de sol, disfrutando uno de esos escasos días despejados propios de la estación.
-¿Seguro que volverás?.-dijo sin apartar la vista del ocaso.
-Volveré en cuanto pueda. Por favor no hagas esto más difícil de lo que ya es.- apoyé mi cabeza en su hombro y así nos quedamos un rato.
-Pero...- no alcanzó a decir nada más por que sus labios fuero ahogados por los mios.
-Volveré. Y no digas más por que sé que si me dices que me quede contigo lo haré sin pensarlo, pero es por el bien de ambos serán dos años dificiles pero es uno de mis sueños, dejame ir a estudiar pediatría. Y te prometo que todas las vacaciones y los fines de semana largos vendré aunque me cueste mucho regresar.- Su ojos eran inpeturbables, me miraba fijamente como si quisiese ver algo mas en mi buscando tan solo una pisca de mentira. Finalmente después de un rato volvió a mirarme con esos ojos cristalinos y en su rostro se dibujo esa sonrisa que tanto me gustaba.- Te exrañaré mucho.
-Y yo a ti, pero es presiso que me vaya.
-Lo sé y solo por eso dejo que lo hagas.-me besó.
-Te esperaré.- Y yo regresaré es una promesa.
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