6.7.09

Another game?


Creo que me he vuelto un cliente frecuente de los fármacos mentales antidepresivos. No se como he llegado aquí pero lo cierto es que cada vez necesito más y más de ellos. Cada día la pena es mayor que la de ayer como sin con cada mañana algún tarado dejara encima de mi karma otra bolsa pestilente llena de basura corrompida por la sociedad.
A veces pienso que es Dios quien tiene un problema conmigo o quizá fue Lucifer quien se tropezó con mi currículo divino y comenzó a fastidiarme. Quizá solo debo hacer le caso a Felipe cuando me dijo:
“No creo que Dios quiera exactamente que seamos felices, quiere que seamos capaces de amar y de ser amados, quiere que maduremos, y yo sugiero que precisamente porque Dios nos ama nos concedió el don de sufrir; o por decirlo de otro modo: el dolor es el megáfono que Dios utiliza para despertar a un mundo de sordos; porque somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a poco va formando la figura de un hombre, los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen también nos hacen más perfectos.”
Pero estos golpes son cada vez más fuertes que los anteriores, hacen que cada vez quiera salir corriendo a buscar una salida fácil ante todo esto, pero soy temeroso de lo que pueda llagar a ser. Y las alas libertadoras que juré siempre estarían conmigo ahora son solo una simple marca en mi antebrazo izquierdo. Las heridas son cada vez más difíciles de sanar y los complejos pasos que se supone debo seguir se convierten poco a poco en otro laberinto.

1 comentario:

Señor Posmópolis dijo...

La existencia tiene la forma de un volado, de un azar, de un cuerpo frágil.

Esoy reclutando gente para crear lazos. Pos-te-ame.

Te invito al archivo posmópolis.