Cada año en noches como esta, esperanza con un toque de nostalgia con sabor a magia se apoderan de mi corazón. Recuerdos de niñez que al crecer solo se convirtieron en decepciones con sabor a madurez. Vi como un sueño (ahora estúpido) se desmoronó, para dar paso a la verdadera razón de esta fecha.
Pero ahora, recuerdos que en estos instantes cuento como anécdotas eran mi gran esperanza. Recuerdo una vez en la que después de esa tradicional vuelta, vi como de mi casa salía una luz en dirección a oeste, creí que era el Viejito Pascuero y me sentía el niño más feliz del mundo, el más afortunado al lograr verle. Tiempo después cuando supe la verdad me di cuenta que era una bengala.
Muchas personas piensan que estas fechas son solo frivolidades y materialismos. Yo pienso lo mismo. Aunque sé que estas fechas están dedicadas a la paz, la armonía, las reconciliaciones, un instante idóneo para abrazar a alguien y decirle lo mucho que le quieres. Es algo así como contagiarse del espíritu navideño, y ser amigos de todos, un día en que la mala onda no existe.
Creo que por eso me gusta la navidad. El dar aparte de un regalo material un cálido abrazo, un cariñoso beso y un sincero te quiero, es algo que me llena enormemente, por eso para mi, NAVIDAD no es solo un 25 de Diciembre. NAVIDAD puede ser todo el año, la ocasión que sea el instante propicio para decir “te quiero” no es solo una vez al año, si no, cada vez que lo sientas. FELICES NAVIDADES!!
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